Esto me viene grande porque Gabriel es Juan Sinmiedo sin rozar la
temeridad y exceptuando al agua como a los gatos, no le tiene miedo a
casi nada. Eso sí, atente a las consecuencias si intentas darte un
chapuzón con él en una piscina en la que no haga pie, ni la más fiera de mis
gatas. Que se lo pregunten a la espalda de mi marido y a la del joven e
inocente socorrista que quiso darle clases de natación hace dos veranos.
Sin embargo Ángela es doña fobias, supongo que es la edad pero es que todo
le da miedo. Este mediodía sin ir más lejos este par me ha hecho sudar
tinta en el lavabo de un restaurante. Mientras desfilaban por mi mente
imágenes terroríficas de los programas de Chicote, si así está el lavabo,
cómo estará la cocina, mi hijo hacía caca aferrado a mis brazos para no
caerse dentro de la taza del water sin tapadera, igualito que di
Caprio con la Winstlet en Titanicantes de hundirse en el mar del
Norte. Al mismo tiempo Ángela gritaba llamando a su padre cada diez
segundos papiiii está ozcuroooooo , los que duraba el puñetero sensor
de luz mientra yo intentaba darle otra vez al interruptor sin soltar a mi hijo,
gritándoles a los dos como en la escena de un crimen ¡No toqueis NADA!
A lo que iba, que mi hija es una cagueta. El maniquín de la abuela que usa para los collares que no tiene
cabesa, me da mucho miedo mami. La abuela que tiene un corazón de oro ha
recluído al pobre maniquín en el fondo del armario. Baja la persiana mami que me da mucho miedo el árbol. Juro
por Dios que no ha visto Poltergeist. Este verano la pobre ha sudado la gota
gorda con la persiana bajada hasta abajo.
El nenuco y el pelo de muñeca: tiene una nenuca nueva a estrenar, impecable,
estoy por adoptarla con lo rebonicos que son los nenucos. Le toca el pelo con
el pulgar y el índice y pone una cara que en vez de pelo de muñeca
parece que esté tocando mierda. No la quiero en mi cuarto que me de mucho
miedo mami.
A Gabriel le encanta que nuestras gatas le hagan una
visita antes de dormir (él siempre duerme con la puerta cerrada) pero ella
hasta que concilia el sueño está con la puerta abierta y la luz del
pasillo encendida me da mucho miedo la oscuridá mami, y no las soporta
en su habitación. Mamiiii me da mucho miedo que está la Nit/Lluna.
Los dos esqueletos que ha habido en la clase de su hermano: uno es nuestro. Cuando lo montamos para llevarlo a la clase (proyecto del
cuerpo humano) ni le echó cuenta y una vez que lo vio todo bien puestecito en
la entrada (entramos a buscar a los peques hasta la clase) le dio un ataque de
histeria. Nooooo, el queleto nooooo que me da mucho miedooooo. La
profesora que es una santa bendita y que con suerte le va a tocar este curso,
me lo devolvió en una caja anónima de zapatos para que Ángela no supiera lo que
había dentro. Pero no me digais como, lo sabe, así que estoy por
enterrarlo en algún parque con caja y todo como si fuera el cadáver de un
asesinato.
Por el hecho de ser mujeres nos toca las narices esto de aguantar anuncios
chorras con connotativa sexual sobre las compresas y los tampax, no nos queda
otra pero ¿y los de fibra, laxantes y demás historias para ir al baño?.
Mi marido, como buen ejemplar masculino, es experto en encontrar el doble
sentido a todo, sobre todo si hay un mensaje sexual detrás. Estaba viendo el
anuncio de All Bran que dice textualmente: moja tu delicioso y tierno
bizcochito. Eresunsalido, le dije, si
es un anuncio de fibra, por dios…
Aunque ya había conseguido su objetivo, sembrar la semilla de la duda en mi
cerebro, también, retorcido. Pensando, pensando, se
me ocurre, hay que ver, el único hombre de toda España que
tiene extreñimiento es José Coronado. No es posible.
Parece ser que las mujeres tenemos más predisposición a padecerlo que los
hombres, por causas hormonales y por el embarazo (momentos gloriosos aquellos
sobretodo cuando la cabeza de una criatura de tres kilos y su gravedad
correspondiente te comprimía las tripas…). Os estareis planteando a santo
de qué, viene este post. Muy sencillo, a diario nos bombardean con la importancia de cuidarnos por dentro y por fuera, en cuerpo y
mente, de llevar una dieta sana y hacer ejercicio. De
maquillarnos, sentirnos guapas. Pues ir al baño con regularidad, es
importante. Y cuando nos convertimos en madres, el típico tópico que tanto
comentamos: ni para cagar tenemos tiempo. Y encima acompañadas.
Parece que nuestro colon y su función, tenga menos importancia que un riñon,
o que nos incomode más nombrarlo, como cuando mi hijo de casi seis años dice culo
y se ríe (o los minimoys de Gru). Me parece absurdo. El cuerpo con todos
sus órganos, es una maquina perfecta, es de tontos avergonzarse de una parte
que nos ha sido dada para toda la vida, siendo
la segunda causa de muerte por cáncer, un órgano que hay que cuidar
para que mantega
su correcto funcionamiento el máximo de tiempo posible.
En nuestra cultura le hemos atribuido parte de la responsabilidad de
nuestras emociones, como la del amor, al corazón, pero pararos a pensar, es
nuestro sistema digestivo quien acusa primero nuestros sentimientos,
el que se encoje de miedo, el que siente mariposas cuando vemos a la persona
que deseamos o amamos.
Y no divago más que parezco Punset. Hay enfermedades del sistema digestivo como La enfermedad de Crohno menos graves pero también muy molestas como colon
irritable el cual una
servidora padece. Es uno de esos temas tabús, como para algunas personas, el
sexo. Que uno caga, o defeca si lo preferís más fisno, es una
realidad.Y que para millones de personas, en un momento dado se
convierte en un problema, un hecho. Quien no ha vivido alguna vez una situación
en el metro como el del anuncio de Micralax (medicamento que debeis evitar)
enlace que he incluido porque me parece la mar de original (veis, otra mujer
cagada). Pues imaginaros que esta situación puntual se convierte en una
realidad cotidiana. Nos vamos al extremo, o mucho o poco.
Tengo un amigo que también sufre de estas molestias, debe ser el segundo
hombre de España que no va al baño con regularidad. Cada vez que nos vemos, en
vez de hablar de la última película que hemos visto, hablamos de suplementos de
fibra. Así de escatológico, parecemos dos viejas contándonos nuestras
dolencias. Yo admiro a mi amigo porque así como mi enfermedad se ha ido
regulando y atenuando con el paso de los años y mis dos embarazos, la suya no.
Le han hecho veinte mil pruebas para llegar siempre al mismo diagnóstico, colon
irritable, el saco roto donde van a parar todos los tratornos digestivos
no-diagnosticables. A los veintepocos años perdió veintimuchos
kilos en pocos meses por un exceso de apego al lavabo. Lo pasó realmente mal
porque los médicos no encontraban lo que tenía. Pero él, al mal tiempo buena
cara, le encanta viajar y no ha renunciado a su pasión de recorrer medio
mundo visitando, además de los lugares más emblemáticos, sus wateres.
Ahora se va a la India y sólo pensarlo me entran retortijones de barriga
hasta a mi.
A lo que iba. A todas las que padeceis en silencio este tipo de trastornos temporales (o
crónicos) teneis varias opciones. Los cereales tipo muesli, All Bran,
Fitness o Special K. Un consejito, probadlo siempre en fin de semana o una
mañanita que no tengais que salir de casa. Una mañana antes de irme a trabajar
me eché en el café con leche los Special K que solía tomar mi madre en el
desayuno y me pasó lo mismo que a la mujer de Micralax. Si teneis unos
intestinos intrépidos id con cuidadín, los cereales de este tipo son de efecto
inmediato. Son más recomendados para el extreñimiento.
Si no teneis punto medio, os recomiendo una fibra que es de las mejores que
he probado, Casen fibra, no produce efectos adversos indeseados y no
tiene ningun sabor. El problema es el precio, sobre los 14€ catorce
sobres.
Así que me pasé a la bio3 que es mucho más barata, unos 6€ la caja de 40
sobres. El sabor no es muy agradable.
No os olvideis de tomarla una vez al día. SIEMPRE. Y beber al menos un litro
y medio de agua al día. Recordad que no es un laxante y que los resultados no
son inmediatos, tomado con regularidad al cabo de una semana se obtiene el
efecto deseado…
Con los yogures del Coronado no me he atrevido, a ver si alguien me cuenta su
experiencia.
Espero que no me encontreis tan bruta como Camilo José Cela y su famosa
palangana cuando lo entrevistó Mercedes Milá hace unos cientos de años.
Las cosas por su nombre y como dice el refrán, caga
el rey, caga el papa y de cagar nadie se escapa.
Hace cuatro años y cuatro meses que dejé de fumar. Fue uno de los retos más difíciles de mi vida y lo hice básicamente por amor a mis hijos.
Ahora quiero dejar de gritarles. No quiero seguir excusándome con frases del tipo es que me agotan, hay que tener mucha paciencia, estoy mayor para esto, es que mis hijos se llevan poco tiempo, estoy cansada, he tenido un día duro. Y un largo etc. Tod@s sabemos que el grito, al igual que el cachete, no es una medida educativa, es un mero y puro desahogo del adulto. Y un abuso de poder.
Me he dado cuenta que además de perjudicar seriamente la salud mental de mis hijos, las consecuencias de mis gritos tienen efecto boomerang en mi persona: de entrada grito, parece que me quedo descansada, pero no, porque el grito genera llanto, el llanto más grito, y así una cadena de acontecimientos realmente nocivos para ellos y agotadores para mí...
Hace un siete años, cuando nos hallábamos inmersos en pleno proceso de fabricación fallida de Gabriel, emitieron un programa de TVE que se llamaba Hijos del corazón. Era un programa con historias reales de adopción, una opción que llegamos a barajar para ser padres. En un episodio alguien explicaba que todos los niños se merecen los mejores padres. Se me quedó grabada esta frase convencida de que yo si conseguía ser madre valoraría a mis hijos y sería una madre paciente y razonable.
Pero no es así.
Me he cuestionado infinidad de veces, más de la que me debería, en que momento empecé a gritarles a mis hijos. Como cualquier "buena madre" los amo más que a nada en el mundo, daría mi vida por ellos. No soporto que nadie les alce la voz a mis hijos, ni mi marido que por norma general no suele hacerlo. Soy el peor enemigo de mis hijos porque soy yo quien más les grito.
Por eso mismo me he unido a otras madres en un reto. El otro día por facebook me llegó a mi esta iniciativa que ha propuesto una mama Americana con 4 hijos que harta de esta situación abrió un blog para ponerle remedio aquí teneis el enlacede la pagina en inglés. Hablando con dos amigas,RuthyAngie (clickear para ver sus blogs), nos pusimos manos a la obra a ver como lo podíamos remediar. La reglas son estas: 1.- La voz debe
mantenerse entre los niveles 0-4, considerados amistosos (0 es el nivel
de voz habitual, y 4 el borde del grito). 2.- Si llegamos a gritar, debemos regresar al día 0. 3.-
En caso de emergencia podemos alzar la voz hasta un nivel 6 para captar
la atención de los niños. Por ejemplo podemos usar este tono si éstos
están en peligro. 4.- Si alguna vez utilizamos un nivel 7 de forma intencionada sin causa justificada, volveremos al día -2. 5-Si ponemos en duda el tono utilizado, es señal de que no fue un buen tono.
Así que hemos hecho un grupo de apoyo en facebook (linkea en el título):
Confieso que tengo las mismas sensaciones que cuando dejé de fumar, imagino que es por aquello de romper malos hábitos. Si pude dejar de fumar, puedo dejar de gritar. Mis hijos no sólo se merecen una madre cuyo comportamiento progrese adecuadamente, también la que se esfuerza y mejora que es lo que intento que mis hijos aprendan.