lunes, 27 de junio de 2011

Musica maestro

El año que viene han cogido a Gabriel en la escuela municipal de música. No es que hubiera que hacer nada especial, había plazas y punto, yo que pensaba que se iba a llenar más y hasta me han dado el centro que más cerca estaba de casa. Es una hora por semana y creo que le va a gustar, porque Gabriel es muy melómano y aunque a veces cuando canta suelta unos gallos que ni los de los gallineros matutinos, se queda muy rápido con las melodías (que no con la letra, que hace interpretación "libre" como la que hacía mi madre y si hay que cantar en inglés, pués se canta), alucinadito perdido con la película de Fantasía 2000 sobretodo la de Rapsodhy in Blue que la empezó a tararear al segundo visionado. Ni que decir que estoy de los Little Einsteins hasta la coronilla...
No tengo ni idea si le servirán de algo los estudios musicales, sólo espero que le gusten, que los disfrute aunque sea para él mísmo, tampoco espero que sea un Mozart ni tan siquiera pueda ganarse la vida con ello aunque nunca se sabe, y nada, que si es más duro de oreja de lo creemos, a otra cosa mariposa.
Y el otro día vio el principio de la peli Odisea del espacio y ya se nos quedó con la musiquilla de Richard Strauss para los restos, como por youtube no me deja compartir el enlace de la peli tengo que poner este:

domingo, 26 de junio de 2011

Dieta Dukan

Nunca he hecho dieta. Hasta los 16 años fui de complexión "fuerte", cosas de la vida mi glándula tiroides se disparó y perdí veinte kilos en seis meses sin hacer nada y casi sin darme cuenta. A partir de ahí siempre he comido lo que me ha dado la gana. También el hecho de fumar contribuía para matar la ansiedad.
Durante el embarazo de Ángela engordé los kilos de rigor, unos doce aproximadamente de los cuales perdí diez casi nada más parir y otro más por gentileza de una gastroenteritis que me llevé a mi casa en el post parto.
Y más o menos me he ido manteniendo en un peso correcto durante un año. Pero en estos últimos seis meses, entre unas cosas y otras, que si la panificadora... Porque lo ricos que salen los bizcochitos en la panificadora, y los brioches tan estupendos que puedes hornear, porque panes he hecho pocos, pero bizcochos a punta pala, y una entre comidas, no picotea una pieza de fruta o algo sano, no, picotea el bizcocho, no se vaya a poner duro. Todo esto sumado a tres meses de anticonceptivos han acabado de rematar mis diez kilos de más.
¿Y cuando se da cuenta una de que se le ha puesto cara de bizcocho? Cuando llega el verano y hay que ir ligerita de ropa, porque en invierno, los jerseis tapan ese michelinorro, porque se me concentra todo en el mismo sitio, en la barriga, no se podrían repartir mejor los puñeteros kilos, en las tetas por ejemplo o en el culo y en las piernas, pues no, se me ha quedado menos por lo de las tetas, la figura de Rocío Jurado.
Vamos que parezco un armario empotrado.
Así que me hermana me habló de la dieta Dukan, una dieta que se ha hecho famosa porque al parecer, funciona. En mi hermana ha funcionado porque hasta hace un año ella era la entradita en carnes y hemos cambiado los papeles. Mi hermana desde que tuvo a sus hijos siempre ha estado "a dieta" sin resultado ninguno salvo pasar un hambre canina.
No tengo espíritu de sacrificio la verdad, el único sacrificio que he hecho ha sido dejar de fumar y a fecha de hoy no he vuelto a recaer (dos años yupi!!).
Pero dejar de comer... Bufff, con dos niños tan pequeños que consumen toda mi energía (bueno, va a ser que toda no, porque sino, no pesaría de más), pues no me planteaba ponerme a dieta.
Así que con la operación bikini y que tengo una boda en dos meses me dije, pués al menos ocho kilitos, hay que perder.
La dieta Dukan tiene muchos adeptos y muchos detractores. Dicen que jode el hígado porque es hiperproteica y blablablabla (y se come mucha verdura en la segunda fase), que tiene efecto rebote (y las otras dietas ¿no tienen efecto rebote?) y tal y pascual. Diré que hay que leerse el libro, que para dietas de más de veinte kilos hay que tener supervisión médica y hay que hacer todos los pasos para no recuperar los kilos perdidos (mi hermana la hizo hace un año y no ha recuperado un gramo).
En una semana llevo perdidos un kilo cien gramos, no paso hambre aunque echo de menos el pan y me salen las barritas de surimi y los yogures 0% por las orejas. He encontrado diversos blogs para cocinar  más sanos y hacer unos postres estupendos bajos en calorías y grasas innecesarias.
Ya iré contando si me quedo como un figurín.

miércoles, 22 de junio de 2011

Fin de curso

Se ha acabo el cole. Hasta dentro de tres meses claro. La verdad me ha dado penita que haya acabado el curso, mi niño el año que viene hará P4 (ya veis, que mayor!) ha sido un año de "transición" ha dejado atrás totalmente la etapa de bebé. Mirando las fotos del cole las mamás comentábamos lo mucho que han cambiado todos, lo "mayores" que están ¡Gabriel ya es todo un niño! Estoy contenta porque se ha desapegado muy bien de mi, se ha adaptado a la escuela a las mil maravillas y ha hecho un montón de amigos. Adora a sus profesoras y sus profesoras a él, o al menos así me lo han hecho saber, que es un niño adorable. Que voy a decir yo, que soy su madre... Porque si algo es mi hijo, no sé de quien lo habrá heredado, es social. Tiene la capacidad de meterse a los adultos en el bolsillo en dos segundos, se planta delante  de ellos con una sonrisa de oreja a oreja, les cuenta cualquier milonga y los mira con esos ojos grandes como soles y caen rendidos a sus pies.
Le he explicado que durante muchos muchos días no va a ver a su querida Emma, su profesora, que no habrá cole y me ha respondido todo indignado  pero a mi me guta ir al cole!
Quien me lo iba a decir hasta pasadas las Navidades cuando cada mañana al dejarlo en la fila lloraba como un madaleno...

domingo, 19 de junio de 2011

Caminar o no caminar...

El martes mi niña cumple 17 meses y seguimos sin caminar. Mis hijos son unos rompespaldas de mucho cuidado. De caminar tardío vamos. Gatea como un bólido y está a puntito a puntito de soltarse.  Caminará espero, con 18 meses la edad límite de la preocupación médica y materna.
Como ya lo pasé con Gabriel estoy la mar de pancha con ella, un poco harta, eso sí, de frotar las rodilleras de los pantalones, ni plantearme casi nunca de ponerle un vestido, y de limitarle algunos accesos porque en el parque la dejo a sus anchas que se reboce cual croqueta, pero en una sala de espera o en una cafetería ni se me pasa por la cabeza. Así que muchas mañanas que quedo a hacer un café con mi hermana, nos lo tragamos casi con un embudo. La tía se nos pone histérica aunque lleve encima una provisión de palitos de pan que engulle cual termita famélica.
Eso sí, hablar empieza a hablar por los descosidos, que para eso hace honor al género femenino, el otro día sin ir más lejos, a falta de tecnología más avanzada, mantuvo una conversación con su abuela a través del zapato que se quitó en la cola del supermercado, que más quisiera Mortadelo. Eso sí, igual su abuela la hubiera entendido porque lo que es yo sólo capté "hola , adió y amo al paque". La cajera del super aún sigue muerta de risa.

jueves, 9 de junio de 2011

Quien no se conforma es porque no quiere.

Debe ser una putada ser la Duquesa de Alba y tener que morirse. Esta señora, que tiene dinero para vivir muchas vidas de manera cómoda (por no decir opulenta), a menos que sea inmortal, se tiene que morir, que dios le conserve la salud muchos años más, que no le deseo ningún mal pobre mujer.
No es que al resto de la humilde humanidad nos de igual morirnos. Particularmente no me da igual, no es un hecho que me deje indiferente, ahora mismo sería una putada, sobretodo para mis hijos, tan pequeñitos. Pero es una realidad, un día te mueres, hay que asumirlo. Pero vivir cansa. Bueno más que vivir, trabajar, madrugar, cobrar un sueldo de esclavo. Ser maruja también, que aunque ahora tenga el privilegio de estar en mi casa, criar a mis hijos y que no lo hagan otros (para nosotros, como unidad familiar, padre, madre, sobre todo hijos, es un privilegio, porque como la madre de una, que se quiten sucedáneos), es un latazo hacer las labores del hogar, porque si pudiera pagar a alguien que cada día me limpiase y cocinase, le iban a dar por culo, hablando llanamente, a las ingratas labores del hogar, cada día lo mismo, limpiar y limpiar y se vuelve a ensuciar.
Volviendo al tema del cansancio vital, si cumples los 67 años y te jubilas, fijo que sigues trabajando, si con un sueldo normal no te llega para una asistenta, con la paga de la jubilación, no te llega ni para el Fairy, a fregar platos con las marcas blancas, a ser posible del super de Día, que son más baratas. Existe el síndrome de la abuela estresada, todo el día parribapabajo con los nietos.
Hace poco leí un libro que se titulaba Diario de una buena vecina, de Doris Lessing, que refleja a la perfección el drama de la vejez, la miseria y la soledad.
Y no sé porque el otro día, hablando de la crisis, de lo mal que está este país que no cuida a nuestros mayores, ni a las personas discapacitadas, ni a cualquiera que se sale de la mediocridad (para bien y para mal) inclusive los niños, lo cutre y obsoleto que se ha quedado el sistema educativo, salió a relucir la duquesa de Alba, que se iba a morir como el resto de los mortales, con o sin su novio, a pesar de estar podrida de dinero. Y por supuesto, salió también a relucir cómo puede llevar semejantes pelos con semejante fortuna, conozco a jubiladas con una pensión de risa, impecablemente peinadas.
En fin, no es un consuelo pero...