viernes, 16 de mayo de 2014

Se vende nacionalidad

Si ahora mismo el planeta Tierra sufriera una invasión alienígena me sentiría muy agradecida siempre y cuando los invasores devolvieran la justicia mundial y el reparto igualitario de riquezas.
Por desgracia esto no va a pasar porque es la vida real y no un relato de Asimov.
Una de las pocas cosas por la que todavía no nos cobra el Partido Popular es por soñar. Aunque esté penado fantasear con la muerte dolorosa de cada uno de ellos me voy a arriesgar (¿detendrán a partir de ahora también a las brujas, no por estafadoras sino  por echarle mal de ojo a Mariano Rajoy?).
O mejor no, que tengo hijos pequeños de los cuales cuidar.
Sigo con el tema de la invasión alienígena.
Me pregunto el por qué de ese sentimiento de "pertenencia" y de arraigamiento a un cacho de tierra, como si en vez de personas fueramos nabos. De que manera me identificaría ante los aliens. Soy europeaespañolacatalanabarceloninahospitaletense pausa para respirar delbarriodesantaeulalia.
Ciudadana de la tierra y acortamos antes ¿no?
Pues no. Vamos a alardear de patriotas al más puro estilo yanqui para poner "a cada uno en su sitio", eso significa a cada persona detrás de su frontera como me comentó alguien el otro día. Menos a los españoles claro, que nosotros las cruzamos  legalmente y con papeles, faltaría más. Qué asquerosa y espantosa manía de dividir la Tierra, marcarla y delinearla como un gofre. Sólo ha servido para provocar guerras, hambre y desigualdades sociales.
 Hasta poco con el tema de la independencia catalana y todo el desvío de atención electoral que conlleva hacia los temas que importan en realidad.  Me hacía ilusiones porque quizás de este modo  perdería de vista de una vez por todas al Partido Popular. Porque esto tiene vistos de no acabar jamás, algunos ilusos pensaron que con Franco se acabó la dictadura, pero casi cuarenta años después resulta que está más vivo que nunca y hasta  le han ofrecido un papel en The Walking Dead. Da igual que se llamen PP o PSOE, es el mismo perro con distinto collar. Se morirá la Cospedal y gobernará su hijo, o los de Mariano, o peor, el hij@ de la Soraya que estará despechadísim@ y traumatizadísi@ porque su madre renunció a la baja maternal para atenderl@. Y luego  los hijos de sus hijos, y así hasta la eternidad.
Pero abramos los ojos, a Artur Mas se la trae floja el pueblo llano y lo más cerca que estuvo Jordi Pujol de la caridad y la justicia fue en el parecido físico con Yoda y ya está. No hace mucho también una chica catalana de adopción declaraba en las cartas al director que se avergonzaba de ser española. Francamente,de un tiempo a esta parte, ser catalana me lo hincha todo menos la caja torácica.
 No me quita el sueño el idioma en el que reciben la enseñanza mis hijos, me preocupan los tijeretazos recibidos que han disminuido notablemente a su calidad.  Decía el eslogan de ese anuncio tan rancio como sus chorizos que uno se hace pero no se nace. Una pena porque me pediría nacer en otro sitio, a ser posible en otra galaxia como Superman o Chewbacca, porque no me siento orgullosa ni de ser española, ni de ser catalana. Muchas veces confieso que me avergüenza pertenecer a la raza humana. Igual me pido ser delfín...
Lo que si me quita el sueño es si mis hijos van a encontrar un trabajo el día de mañana con el cual se puedan ganar la vida, como si ganarse la vida fuera un privilegio y no un derecho.
Así que si los extraterrestres nos invaden, nos proporcionan mejoras sociales y un futuro digno para nuestros  hijos yo soy la primera en adoptar su lengua y adaptarme a lo que haga falta. Renuncio también a mi nacionalidad catalano-española o española-catalana para que nadie se me ofenda, a mis raíces y a todo el jardín cultural si fuera necesario a cambio de una sustancial mejora de calidad de vida.
Ah y me presento voluntaria a presidenta de donde sea, no tengo ni puñetera idea de como se gobierna un país pero los sinvergüenzas que nos mangonean ahora, tampoco. A cambio os devolvería el derecho a cagaros en twiter y en facebook en quien os de la gana, incluida una servidora.
Soy así de chaquetera.