sábado, 31 de agosto de 2013

Mami tengo miedooooo



Esto me viene grande porque Gabriel es Juan Sinmiedo sin rozar la temeridad y exceptuando al agua como a los gatos, no le tiene miedo  a casi nada.  Eso sí, atente a las consecuencias si intentas darte un chapuzón con él en una piscina en la que no haga pie, ni la más fiera de mis gatas. Que se lo pregunten a la espalda de mi marido y a la del joven e inocente socorrista que quiso darle clases de natación hace dos veranos.
Sin embargo Ángela es doña fobias, supongo que es la edad pero es que todo le da miedo. Este mediodía sin ir más lejos este par me ha hecho sudar tinta  en el lavabo de un restaurante. Mientras desfilaban por mi mente imágenes terroríficas de los programas de Chicote, si así está el lavabo, cómo estará la cocina, mi hijo hacía caca aferrado a mis brazos para no caerse dentro de la taza del water sin tapadera, igualito que di Caprio con la Winstlet en Titanic antes de hundirse en el mar del Norte.  Al mismo tiempo Ángela gritaba llamando a su padre cada diez segundos papiiii está ozcuroooooo , los que duraba el puñetero sensor de luz mientra yo intentaba darle otra vez al interruptor sin soltar a mi hijo, gritándoles a los dos como en la escena de un crimen ¡No toqueis NADA!

A lo que iba, que mi hija es una cagueta.
El maniquín de la abuela que usa para los collares que no tiene cabesa, me da mucho miedo mami. La abuela que tiene un corazón de oro ha recluído al pobre maniquín en el fondo del armario.
Baja la persiana mami que me da mucho miedo el árbol.  Juro por Dios que no ha visto Poltergeist. Este verano la pobre ha sudado la gota gorda con la persiana bajada hasta abajo.
El nenuco y el pelo de muñeca: tiene una nenuca nueva a estrenar, impecable, estoy por adoptarla con lo rebonicos que son los nenucos. Le toca el pelo con el pulgar y el índice y pone una cara que en vez de pelo de muñeca parece que esté tocando mierda. No la quiero en mi cuarto que me de mucho miedo mami.
A Gabriel le encanta que nuestras gatas le hagan una visita antes de dormir (él siempre duerme con la puerta cerrada) pero ella hasta que  concilia el sueño está con la puerta abierta y la luz del pasillo encendida me da mucho miedo la oscuridá mami, y no las soporta en su habitación. Mamiiii me da mucho miedo que está la Nit/Lluna.

Los dos esqueletos que ha habido en la clase de su hermano: uno es nuestro. Cuando lo montamos para llevarlo a la clase (proyecto del cuerpo humano) ni le echó cuenta y una vez que lo vio todo bien puestecito en la entrada (entramos a buscar a los peques hasta la clase) le dio un ataque de histeria. Nooooo, el queleto nooooo que me da mucho miedooooo. La profesora que es una santa bendita y que con suerte le va a tocar este curso, me lo devolvió en una caja anónima de zapatos para que Ángela no supiera lo que había dentro. Pero no me digais como, lo sabe, así que estoy por enterrarlo en algún parque con caja y todo como si fuera el cadáver de un asesinato.

Al pan pan...


Por el hecho de ser mujeres nos toca las narices esto de aguantar anuncios chorras con connotativa sexual sobre las compresas y los tampax, no nos queda otra pero ¿y los de fibra, laxantes y demás historias para ir al baño?.
Mi marido, como buen ejemplar masculino, es experto en encontrar el doble sentido a todo, sobre todo si hay un mensaje sexual detrás. Estaba viendo el anuncio de All Bran que dice textualmente: moja tu delicioso y tierno bizcochito. Eres un salido, le dije, si es un anuncio de fibra, por dios…
Aunque ya había conseguido su objetivo, sembrar la semilla de la duda en mi cerebro, también, retorcido. Pensando, pensando, se me ocurre, hay que ver, el único hombre de toda España que tiene extreñimiento es José Coronado. No es posible.
Parece ser que las mujeres tenemos más predisposición a padecerlo que los hombres, por causas hormonales y por el embarazo (momentos gloriosos aquellos sobretodo cuando la cabeza de una criatura de tres kilos y su gravedad correspondiente te comprimía las tripas…). Os estareis planteando a santo de qué, viene este post. Muy sencillo, a diario nos bombardean con la importancia de cuidarnos por dentro y por fuera, en cuerpo y mente, de llevar una dieta sana y hacer ejercicio. De maquillarnos, sentirnos guapas. Pues ir al baño con regularidad, es importante. Y cuando nos convertimos en madres, el típico tópico que tanto comentamos:  ni para cagar tenemos tiempo. Y encima acompañadas.
Parece que nuestro colon y su función, tenga menos importancia que un riñon, o que nos incomode más nombrarlo, como cuando mi hijo de casi seis años dice culo y se ríe (o los minimoys de Gru). Me parece absurdo. El cuerpo con todos sus órganos, es una maquina perfecta, es de tontos avergonzarse de una parte que nos ha sido dada para toda la vida, siendo la segunda causa de muerte por cáncer,  un órgano que hay que cuidar para que mantega su correcto funcionamiento el máximo de tiempo posible.
En nuestra cultura le hemos atribuido parte de la responsabilidad de nuestras emociones, como la del amor, al corazón, pero pararos a pensar, es nuestro sistema digestivo quien acusa primero nuestros sentimientos, el que se encoje de miedo, el que siente mariposas cuando vemos a la persona que deseamos o amamos.
Y no divago más que parezco Punset.
Hay enfermedades del sistema digestivo como La enfermedad de Crohn o menos graves pero también muy molestas como colon irritable   el cual una servidora padece. Es uno de esos temas tabús, como para algunas personas, el sexo. Que uno caga, o defeca si lo preferís más fisno, es una realidad. Y que para millones de personas, en un momento dado se convierte en un problema, un hecho. Quien no ha vivido alguna vez una situación en el metro como el del anuncio de Micralax (medicamento que debeis evitar) enlace que he incluido porque me parece la mar de original (veis, otra mujer cagada). Pues imaginaros que esta situación puntual se convierte en una realidad cotidiana. Nos vamos al extremo, o mucho o poco.

Tengo un amigo que también sufre de estas molestias, debe ser el segundo hombre de España que no va al baño con regularidad. Cada vez que nos vemos, en vez de hablar de la última película que hemos visto, hablamos de suplementos de fibra. Así de escatológico, parecemos dos viejas contándonos nuestras dolencias. Yo admiro a mi amigo porque así como mi enfermedad se ha ido regulando y atenuando con el paso de los años y mis dos embarazos, la suya no. Le han hecho veinte mil pruebas para llegar siempre al mismo diagnóstico, colon irritable, el saco roto donde van a parar todos los tratornos digestivos no-diagnosticables. A los veintepocos años perdió veintimuchos kilos en pocos meses por un exceso de apego al lavabo. Lo pasó realmente mal porque los médicos no encontraban lo que tenía. Pero él, al mal tiempo buena cara, le encanta viajar y no ha renunciado a su pasión de  recorrer medio mundo visitando, además de los lugares más emblemáticos, sus wateres.
Ahora se va a la India y sólo pensarlo me entran retortijones de barriga hasta a mi.
A lo que iba.
A todas las que padeceis en silencio este tipo de trastornos temporales (o crónicos) teneis varias opciones. Los cereales tipo muesli, All Bran, Fitness o Special K. Un consejito, probadlo siempre en fin de semana o una mañanita que no tengais que salir de casa. Una mañana antes de irme a trabajar me eché en el café con leche los Special K que solía tomar mi madre  en el desayuno y me pasó lo mismo que a la mujer de Micralax. Si teneis unos intestinos intrépidos id con cuidadín, los cereales de este tipo son de efecto inmediato. Son más recomendados para el extreñimiento.
Si no teneis punto medio, os recomiendo una fibra que es de las mejores que he probado, Casen fibra, no produce efectos adversos indeseados y no tiene ningun sabor. El problema es el precio, sobre los 14€  catorce sobres.


Así que me pasé a la bio3 que es mucho más barata, unos 6€ la caja de 40 sobres. El sabor no es muy agradable.

No os olvideis de tomarla una vez al día. SIEMPRE. Y beber al menos un litro y medio de agua al día. Recordad que no es un laxante y que los resultados no son inmediatos, tomado con regularidad al cabo de una semana se obtiene el efecto deseado…
Con los yogures del Coronado no me he atrevido, a ver si alguien me cuenta su experiencia.
 Espero que no me encontreis tan bruta como Camilo José Cela y su famosa palangana cuando lo entrevistó Mercedes Milá hace unos cientos de años.
Las cosas por su nombre y como dice el refrán, caga el rey, caga el papa y de cagar nadie se escapa.

jueves, 29 de agosto de 2013

Mi mamá ya no grita

Hace cuatro años y cuatro meses que dejé de fumar. Fue uno de los retos más difíciles de mi vida y lo hice básicamente por amor a mis hijos.
Ahora quiero dejar de gritarles. No quiero seguir excusándome con frases del tipo es que me agotan, hay que tener mucha paciencia, estoy mayor para esto, es que mis hijos se llevan poco tiempo, estoy cansada, he tenido un día duro. Y un largo etc. Tod@s sabemos que el grito, al igual que el cachete, no es una medida educativa, es un mero y puro desahogo del adulto. Y un abuso de poder.
Me he dado cuenta que además de perjudicar seriamente la salud mental de mis hijos, las consecuencias de mis gritos tienen efecto boomerang en mi persona: de entrada grito, parece que me quedo descansada, pero no, porque el grito genera llanto, el llanto más grito, y así una cadena de acontecimientos realmente nocivos para ellos y agotadores para mí...
Hace un siete años, cuando nos hallábamos inmersos en pleno proceso de fabricación fallida  de Gabriel, emitieron un programa de TVE que se llamaba Hijos del corazón. Era un programa con historias reales de adopción, una opción que llegamos a barajar para ser padres. En un episodio alguien explicaba que todos los niños se merecen los mejores padres. Se me quedó grabada esta frase convencida de que yo si conseguía ser madre valoraría a mis hijos y sería una madre paciente y razonable.
Pero no es así.
Me he cuestionado infinidad de veces, más de la que me debería, en que momento empecé a gritarles a mis hijos. Como cualquier "buena madre" los amo más que a nada en el mundo, daría mi vida por ellos. No soporto que nadie les alce la voz a mis hijos, ni mi marido que por norma general no suele hacerlo. Soy el peor enemigo de mis hijos porque soy yo quien más les grito.
Por eso mismo me he unido a otras madres en un reto.
El otro día por facebook me llegó a mi esta iniciativa que ha propuesto una mama Americana con 4 hijos que harta de esta situación abrió un blog para ponerle remedio aquí teneis el enlace de la pagina en inglés.
Hablando con dos amigas, Ruth  y Angie  (clickear para ver sus blogs), nos pusimos manos a la obra a ver como lo podíamos remediar.
La reglas son estas:
1.- La voz debe mantenerse entre los niveles 0-4, considerados amistosos (0 es el nivel de voz habitual, y 4 el borde del grito).
2.- Si llegamos a gritar, debemos regresar al día 0.
3.- En caso de emergencia podemos alzar la voz hasta un nivel 6 para captar la atención de los niños. Por ejemplo podemos usar este tono si éstos están en peligro.
4.- Si alguna vez utilizamos un nivel 7 de forma intencionada sin causa justificada, volveremos al día -2.
5-Si ponemos en duda el tono utilizado, es señal de que no fue un buen tono.

Así que hemos hecho un grupo de apoyo en facebook (linkea en el título): 
Confieso que tengo las mismas sensaciones que cuando dejé de fumar, imagino que es por aquello de romper malos hábitos. Si pude dejar de fumar, puedo dejar de gritar. Mis hijos no sólo se merecen una madre cuyo comportamiento  progrese adecuadamente,  también la que se esfuerza y mejora que es lo que intento que mis hijos aprendan.