sábado, 31 de agosto de 2013

Al pan pan...


Por el hecho de ser mujeres nos toca las narices esto de aguantar anuncios chorras con connotativa sexual sobre las compresas y los tampax, no nos queda otra pero ¿y los de fibra, laxantes y demás historias para ir al baño?.
Mi marido, como buen ejemplar masculino, es experto en encontrar el doble sentido a todo, sobre todo si hay un mensaje sexual detrás. Estaba viendo el anuncio de All Bran que dice textualmente: moja tu delicioso y tierno bizcochito. Eres un salido, le dije, si es un anuncio de fibra, por dios…
Aunque ya había conseguido su objetivo, sembrar la semilla de la duda en mi cerebro, también, retorcido. Pensando, pensando, se me ocurre, hay que ver, el único hombre de toda España que tiene extreñimiento es José Coronado. No es posible.
Parece ser que las mujeres tenemos más predisposición a padecerlo que los hombres, por causas hormonales y por el embarazo (momentos gloriosos aquellos sobretodo cuando la cabeza de una criatura de tres kilos y su gravedad correspondiente te comprimía las tripas…). Os estareis planteando a santo de qué, viene este post. Muy sencillo, a diario nos bombardean con la importancia de cuidarnos por dentro y por fuera, en cuerpo y mente, de llevar una dieta sana y hacer ejercicio. De maquillarnos, sentirnos guapas. Pues ir al baño con regularidad, es importante. Y cuando nos convertimos en madres, el típico tópico que tanto comentamos:  ni para cagar tenemos tiempo. Y encima acompañadas.
Parece que nuestro colon y su función, tenga menos importancia que un riñon, o que nos incomode más nombrarlo, como cuando mi hijo de casi seis años dice culo y se ríe (o los minimoys de Gru). Me parece absurdo. El cuerpo con todos sus órganos, es una maquina perfecta, es de tontos avergonzarse de una parte que nos ha sido dada para toda la vida, siendo la segunda causa de muerte por cáncer,  un órgano que hay que cuidar para que mantega su correcto funcionamiento el máximo de tiempo posible.
En nuestra cultura le hemos atribuido parte de la responsabilidad de nuestras emociones, como la del amor, al corazón, pero pararos a pensar, es nuestro sistema digestivo quien acusa primero nuestros sentimientos, el que se encoje de miedo, el que siente mariposas cuando vemos a la persona que deseamos o amamos.
Y no divago más que parezco Punset.
Hay enfermedades del sistema digestivo como La enfermedad de Crohn o menos graves pero también muy molestas como colon irritable   el cual una servidora padece. Es uno de esos temas tabús, como para algunas personas, el sexo. Que uno caga, o defeca si lo preferís más fisno, es una realidad. Y que para millones de personas, en un momento dado se convierte en un problema, un hecho. Quien no ha vivido alguna vez una situación en el metro como el del anuncio de Micralax (medicamento que debeis evitar) enlace que he incluido porque me parece la mar de original (veis, otra mujer cagada). Pues imaginaros que esta situación puntual se convierte en una realidad cotidiana. Nos vamos al extremo, o mucho o poco.

Tengo un amigo que también sufre de estas molestias, debe ser el segundo hombre de España que no va al baño con regularidad. Cada vez que nos vemos, en vez de hablar de la última película que hemos visto, hablamos de suplementos de fibra. Así de escatológico, parecemos dos viejas contándonos nuestras dolencias. Yo admiro a mi amigo porque así como mi enfermedad se ha ido regulando y atenuando con el paso de los años y mis dos embarazos, la suya no. Le han hecho veinte mil pruebas para llegar siempre al mismo diagnóstico, colon irritable, el saco roto donde van a parar todos los tratornos digestivos no-diagnosticables. A los veintepocos años perdió veintimuchos kilos en pocos meses por un exceso de apego al lavabo. Lo pasó realmente mal porque los médicos no encontraban lo que tenía. Pero él, al mal tiempo buena cara, le encanta viajar y no ha renunciado a su pasión de  recorrer medio mundo visitando, además de los lugares más emblemáticos, sus wateres.
Ahora se va a la India y sólo pensarlo me entran retortijones de barriga hasta a mi.
A lo que iba.
A todas las que padeceis en silencio este tipo de trastornos temporales (o crónicos) teneis varias opciones. Los cereales tipo muesli, All Bran, Fitness o Special K. Un consejito, probadlo siempre en fin de semana o una mañanita que no tengais que salir de casa. Una mañana antes de irme a trabajar me eché en el café con leche los Special K que solía tomar mi madre  en el desayuno y me pasó lo mismo que a la mujer de Micralax. Si teneis unos intestinos intrépidos id con cuidadín, los cereales de este tipo son de efecto inmediato. Son más recomendados para el extreñimiento.
Si no teneis punto medio, os recomiendo una fibra que es de las mejores que he probado, Casen fibra, no produce efectos adversos indeseados y no tiene ningun sabor. El problema es el precio, sobre los 14€  catorce sobres.


Así que me pasé a la bio3 que es mucho más barata, unos 6€ la caja de 40 sobres. El sabor no es muy agradable.

No os olvideis de tomarla una vez al día. SIEMPRE. Y beber al menos un litro y medio de agua al día. Recordad que no es un laxante y que los resultados no son inmediatos, tomado con regularidad al cabo de una semana se obtiene el efecto deseado…
Con los yogures del Coronado no me he atrevido, a ver si alguien me cuenta su experiencia.
 Espero que no me encontreis tan bruta como Camilo José Cela y su famosa palangana cuando lo entrevistó Mercedes Milá hace unos cientos de años.
Las cosas por su nombre y como dice el refrán, caga el rey, caga el papa y de cagar nadie se escapa.

1 comentario:

mientrasleo dijo...

Me has hecho hasta reír
anda que no me he quedado yo de que el estreñimiento, las hemorroides y las pérdidas de orina parecen ser femeninas solamente.
Y las tres cosas son marcadores de salud!
Besos