Ya es raro encontrar una carey en una tienda de animales pero yo me topé con una. Mi marido cumplía años, Nit necesitaba una compañera y me lié la manta a la cabeza, donde comen tres comen cuatro. La vi en la tienda de animales junto con dos gatos pelirrojos, de hecho, quería un gato pelirrojo pero la única hembra que había era ella. La dependienta me dijo "¿te llevas la negrita?" y lo de negrita era un decir porque el cogote, efectivamente, era negro pero cuando le dije "anda enséñamela antes que me arrepienta" quedé descolocada, ni el protagonista de la naranja mecánica. Aquello era la caricatura de un gato: tenía un ojo pintado, un pañuelo beige en el cuello y el resto del cuerpo como todas las careys, como si le hubiera caído un cubo de lejía. Omitiendo además el par de parabólicas que tenía por orejas y que con la edad se le han equilibrado el resultado era de chiste.
No sólo en el físico resultó ser original mi Lluna -ah bueno! que era un regalo para mi marido, lo siento pero la Lluna es mía que para eso me corta la circulación de las piernas cada noche-, porque Lluna no maulla, emite un sonido a veces de macaco, a veces como si se hubiera tragado un patito de goma. Esta no abre puertas ni cajones -menos mal- pero es si le tiras un ratoncito de juguete te lo trae en la boca para que se lo vuelvas a tirar.
El problema es que se piensa que Gabriel es suyo, no sé si cree que Gabriel es otro gato -no sé donde leí que los gatos nos ven como a gatos grandes y torpes- o si se cree persona. Cada mañana en cuanto abro la puerta de su habitación Lluna se sube a su cama a darle los buenos días -suena así como currupipi!- Gabriel se emociona ohhh mama la Nuna porque desde que Gabriel tiene el don de la palabra Lluna ha pasado a llamarse Nuna, hasta nosotros la llamamos Nuna a veces. Y Lluna en un acto de amor que le hace perder el miedo al bruto de nuestro hijo, le acicala el cabello a Gabriel mientras este permanece tumbado. Porque es una auténtica maniática de la limpieza -lástima que sea una gata y no sepa pasar la aspiradora- y a Nit la tiene limpia como los chorros del oro -la Nit para ser un gato es un poco guarreta la verdad- le brilla el pelo como en un anuncio de panten y a veces insiste en lamernos a nosotros -que conste que nos duchamos cada día-. También surgieron problemas cuando Gabriel empezó a gatear y ponía su manita en el sofá para levantarse, pués a la Lluna le dió por darle un minizarpazo, una especie de quitaniñoquemolestas porque Nit sin dudarlo, es lista como ella sola y cuando el niño la agobia hace un mutis por el foro y encuéntrame que lo tienes crudo, pero Lluna es territorial como el barco de Chanquete, de aquí no me mueve ni dios, o quizás se piensa que tiene derecho a regañarlo porque es suyo
Pero sé que en cuanto deje la puerta abierta de Gabriel, Lluna se irá a dormir con el, cada noche, para que en sus sueños salgan más gatitos esponjosos y achuchables. Porque si algo es nuestra querida Lluna, es adorable como un Gremlin.
1 comentario:
Què tierno!
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